Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada... En el tercer día, ya sin fuerzas la Luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No acostumbro dar ese privilegio a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar.
-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
-No- contestó la serpiente.
-¿Yo te hice algún mal?
-No- volvió a responder
-Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
-Porque no soporto verte brillar!
Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos: ¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
Sencillo... PORQUE NO SOPORTAN VERTE BRILLAR!
Aniih