A veces se necesita el d o l o r para que el cerebro sea más inteligente
Me miras diferente, me abrazas y no siento tu calor. Te digo lo que siento, me interrumpes y terminas la oración. Siempre tienes la razón. Tú, libreto de siempre, tan predecible, ya me lo sé
...
Toma todo lo que quieras pero vete ya
que mis lágrimas jamás te voy a dar